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La formación interna en las empresas: una inversión

Las empresas buscan lograr mayor productividad y eficiencia en su equipo: la formación se posiciona entre las prácticas clave para conseguirlo.

Como comentábamos en nuestro post acerca de las nuevas reglas de los RRHH, el panorama empresarial se encuentra en constante cambio, entre ellos, dentro de la organización de las empresas, lo que supone también una restructuración en la búsqueda del talento y en la manera de recibir a los nuevos empleados.

Hace años se valoraba la formación externa por encima de cualquier otra aptitud o habilidad por parte de la persona seleccionada, sin embargo, ahora, las empresas tienen muy en cuenta el carácter de la persona, su personalidad y otras habilidades como la comunicación, la ética y capacidad resolutiva. Por esto, es de vital importancia en las empresas el tener la capacidad de gestionar su propio talento y conocimientos del personal, de una manera personalizada y dirigida al funcionamiento de la propia empresa. Desde las áreas de recursos humanos iniciar programas que refuercen la formación, adaptación y preparación, tanto para las nuevas incorporaciones como para las personas que ya trabajan aquí.

Apoyo a la plantilla: recurso clave

El objetivo de la formación o capacitación interna es ofrecer una preparación permanente, cursos, congresos, charlas, etcétera, todo ello adaptado a las necesidades de la propia empresa, de manera que se mantenga la plantilla motivada a seguir aprendiendo y desarrollándose como empleados/as de esta.

Las mejores formas de formación son clases grabadas, clases presenciales, videotutoriales, presentaciones de diapositivas y clases online, además de conferencias y charlas. Soge, compañía líder mundial en soluciones de gestión empresarial, asegura en su informe la implicación real de las empresas, sobre todo las pymes.

Conocer las inquietudes y necesidades de las pymes en todo el mundo es crucial para nosotros en Sage y, sobre todo, para un país como el nuestro dónde las pymes son la clave para el desarrollo del tejido empresarial (el 99% del total). La última edición de nuestro estudio refleja el carácter español y ese “Spain is different”. Es cierto que somos diferentes y que, frente a las dificultades no nos rendimos, apostamos por la resiliencia y hacemos lo necesario para seguir adelante.

asegura José Luis Martín Zabala, director general de Sage en España y Portugal.

La formación interna puede suponer grandes beneficios para tu empresa:

Apostar por este tipo de actividad novedosa hace que los empleados se encuentren motivados y con ganas de formarse y descubrir las novedades y necesidades que se presentan para mantener su puesto.

Ayuda a que los profesionales conozcan los valores de la empresa, su estructura de trabajo y los objetivos que tiene, cómo surgió y su desarrollo, sus debilidades y puntos fuertes y, sobre todo, la manera que tiene de trabajar y los diferentes procesos.

Permite que los trabajadores que ya conocen los procesos y necesidades de la empresa puedan enseñar a los que saben menos o tienen menos experiencia. Además, fomenta que algunos/as trabajadores/as destaquen como formadores.

Este tipo de actividades y cursos de formación permiten que los trabajadores y trabajadoras de la empresa se conozcan en un contexto distinto al meramente laboral, y normalmente favorable (alejado de las presiones), lo cual supone una mayor interacción entre ellos, romper con muchos prejuicios del resto de compañeros/as, y ellas que mejorará el clima laboral en la oficina.

Los puntos anteriores desembocan en ciertas mejoras evidentes en la empresa que suponen también mejores resultados. Si formas a tus empleados lo notarás en el negocio, que irá cada vez mejor gracias a que contarás con personal más competitivo. No lo olvides: la formación no es un gasto, sino una inversión.

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