Amaia Jugo, directora de Artizarra Fundazioa
«Enfrentamos desafíos como la necesidad de internacionalización y la retención de talento»
La Fundación Artizarra nace de la mano de un grupo de empresarios y profesionales vascos y navarros de larga trayectoria. Todos ellos cuentan con una visión común sobre la sociedad actual: el objetivo de la Fundación Artizarra es fomentar una cultura industrial inversora para que sea un punto de apoyo en el desarrollo del territorio y poder aportar riqueza y sostenibilidad.
Para ello, desde la Fundación Artizarra crearon una gestora de vehículos privados de inversión Stellum Capital, así, buscan fomentar el emprendimiento en el territorio y apoyar también el crecimiento de las pequeñas y medianas empresas. Amaia Jugo es la directora general de la Fundación Artizarra y ha compartido su visión sobre la situación actual en Euskadi en lo referente al talento y empleo.
WALT HR: Artizarra es una Fundación de reciente creación ¿Cuál es la filosofía y los objetivos de Artizarra?
A.J.: Somos relativamente nuevos, pero tenemos los objetivos muy marcados desde el primer día. Los objetivos de Artizarra son fomentar una cultura de la industria inversora como palanca de desarrollo del tejido empresarial local, mediante el desarrollo y/o patrocinio de actividades educativas y de investigación, así como la divulgación de conocimiento a través de conferencias, seminarios y publicaciones. Uno de nuestros logros ha sido crear una gestora de capital riesgo llamada Stellum capital que a día de hoy dispone de 4 vehículos de inversión con 200M€ de activos bajo gestión y con 3 estrategias de inversión.
En términos de logros, hemos llevado a cabo distintas iniciativas relacionadas con la necesidad de impulsar el arraigo y el crecimiento de las empresas, así como colaborar con agentes del entorno que cumplen y comparten mismos objetivos. Nuestro impacto se mide también en términos de la red de apoyo que hemos construido y las sinergias generadas entre diferentes actores del ecosistema. Los próximos pasos incluyen la expansión de nuestros valores y acciones, así como el establecimiento de alianzas estratégicas.
¿Cuáles han sido los pasos que habéis seguido este primer año en la Fundación Artizarra para promover el crecimiento empresarial en Euskadi?
La verdad es que creo que, en nuestro primer año, hemos realizado varias iniciativas clave que fomentan la cultura de la industria inversora y, sobre todo, fortalecen el tejido empresarial local, de aquí. Por ejemplo, hemos organizado jornadas sobre crecimiento y arraigo en varias ciudades, promoviendo la colaboración público-privada y estrategias sostenibles de inversión.
También hemos impulsado la conexión entre educación y empresa a través de una jornada internacional, colaborado en convocatorias para apoyar startups innovadores, y participado en la creación del Clúster Financiero & Inversor. Además, nos hemos unido al Fondo de Fundaciones de Impacto para destinar recursos a proyectos de alto impacto social.
En definitiva, nuestra fundación se dedica a promover el emprendimiento y la inversión como motores del desarrollo económico y social en nuestra comunidad y nuestro objetivo es seguir haciéndolo para hacer de Euskadi un territorio referente en esta materia.
Entre sus propósitos, Artizarra tiene previsto trabajar en favor de la atracción y retención de talento. ¿cómo?
Como decía, a nivel estatal también estamos en un muy buen lugar. De hecho, según el informe del Programa para la Evaluación de los Estudiantes del 2023, Euskadi es la comunidad autónoma líder en el crecimiento de talento. Esto quiere decir que aquí el gasto público en educación, en habilidades digitales de los docentes y el número de empresas que realizan programas de formación son muy altos. Creo que podemos y debemos jugar con eso.
En este sentido, me parece que oponerse a adaptarse a las nuevas demandas podría ser un error. Tenemos un gran potencial a nivel empresarial, pero también a nivel formativo y creo que fomentar esa retención tiene que ser clave y parte de la estrategia de cualquier negocio para la prosperidad económica de nuestro territorio. Desde Artizarra por ejemplo, así lo creemos y así lo estamos haciendo.
«Oponerse a adaptarse a las nuevas demandas podría ser un error. Tenemos un gran potencial a nivel empresarial, pero también a nivel formativo y creo que fomentar esa retención tiene que ser clave y parte de la estrategia de cualquier negocio para la prosperidad económica de nuestro territorio. «
¿Cómo ve la economía vasca en el conjunto de España? ¿Estamos a tiempo de recuperarnos como polo financiero e inversor y atraer talento?
La economía vasca se destaca en el conjunto de España por su fuerte tejido industrial, su alta capacidad de innovación, y una sólida red de apoyo empresarial. Sin embargo, enfrentamos desafíos como la necesidad de internacionalización y la retención de talento. Estamos a tiempo de recuperarnos como un polo financiero e inversor si continuamos enfocándonos en la innovación, la digitalización y la sostenibilidad. Nuestras fortalezas incluyen una cultura empresarial robusta, una excelente infraestructura, y una población altamente educada. Las debilidades a abordar son la necesidad de mayor colaboración y el acceso a mercados globales.
¿Es Euskadi buen lugar para trabajar?
Absolutamente. De hecho, según la Comisión Europea, Euskadi tiene la mejor calidad de vida de habla hispana. Sin embargo, a la hora de captar talento tanto nacional como internacional son muchas las barreras que obstaculizan el proceso. En este sentido, el nivel de euskera se considera uno de los factores más relevantes, por ejemplo. En general, la gente que decide viajar al extranjero para labrarse su trayectoria profesional fuera, en general, lo hacen por el interés de trabajar en el extranjero, no porque aquí no haya buen trabajo.
¿Cómo definirías tú el talento?
Es una pregunta muy difícil. Si tuviera que definirlo diría que el talento es una combinación de habilidades, conocimiento y actitud que permitan a una persona no solo sobresalir en su campo sino también aportar un valor significativo en la empresa. Creo que no se trata solo de competencias técnicas o experiencia, sino también de la capacidad de adaptarse, innovar y colaborar eficazmente con otros compañeros y compañeras. En el contexto actual, donde, como decía, la transformación digital y la globalización están redefiniendo el mercado laboral, creo que el talento implica también la capacidad de aprender continuamente y de adaptarse a nuevos métodos de trabajo.
No hablo únicamente de quienes acaban de comenzar su vida laboral, me parece que el talento hay que trabajarlo todos los días y que quienes llevamos ya unos años trabajando debemos ser capaces también de adaptarnos a lo que el mundo nos está pidiendo.
¿Qué buscan los jóvenes?
Me parece que los jóvenes tienen expectativas muy claras sobre cómo quieren que sea su lugar de trabajo. Del mismo modo que cambian las habilidades que requieren las empresas, también cambian los valores de los jóvenes. Hoy en día, no buscan tanto la estabilidad, sino sentirse motivados, incluidos y valorados. Buscan un desarrollo tanto laboral como personal.
En la reciente jornada de Confluencia Educación Empresa que organizamos junto a AEFAME, Zedarriak y el Círculo de Empresarios Vascos, EY presentó un estudio muy interesante sobre la atracción de talento que daba a conocer qué demandan actualmente las personas trabajadoras más jóvenes, y que indicaba dos factores clave a tener en cuenta. Primero, el 80% de los profesionales busca un trabajo que les permita desarrollar nuevas competencias. De hecho, si su entorno laboral no les ofrece estas oportunidades, es probable que consideren migrar a lugares donde sí las encuentren.
En segundo lugar, más del 70% de los jóvenes que trabajan a distancia aseguran que no volverían a un trabajo completamente presencial. La conciliación con su vida personal es ahora uno de los pilares fundamentales para los trabajadores. Por lo tanto, si la oferta de trabajo no permite el teletrabajo, es probable que busquen oportunidades en otros lugares donde se les ofrezca esta flexibilidad, incluso si otras condiciones, como el salario, son menos atractivas.
Así que, creo que, para retener a estos talentos, es esencial que las empresas se adapten también a las nuevas expectativas, ofreciendo oportunidades de desarrollo continuo y modalidades de trabajo flexibles. Solo así se podrá mantener a estos profesionales dentro de una organización.
¿Se está perdiendo la cultura empresarial vasca?
La cultura empresarial vasca enfrenta desafíos en un mundo globalizado, pero también muestra una notable capacidad de adaptación y resiliencia. Mientras que algunos aspectos pueden estar cambiando, los valores fundamentales y la identidad regional siguen siendo fuertes motores del desarrollo económico en el País Vasco. La interacción entre lo local y lo global, así como la capacidad de innovar si perder de vista las raíces son claves para el futuro de la cultura empresarial vasca.
Lo que necesitamos es adaptar nuestros sistemas educativos y programas de formación para fomentar la creatividad y el pensamiento crítico desde una edad temprana.
¿Y cuáles son los planes de Artizarra para el futuro?
Nuestro plan para el futuro se centra en ser un agente de cambio tangible y duradero en Euskadi. A través de un modelo de acción directa y acompañamiento, pretendemos expandir nuestro impacto liderando iniciativas que no solo generen beneficios económicos, sino que también transformen socialmente el territorio. Esto implica trabajar en colaboración con comunidades locales, instituciones y empresas para identificar y desarrollar proyectos que sean innovadores, responsables y sostenibles.
Desde Artizarra nos comprometemos a actuar con una visión clara de responsabilidad personal y colectiva, asegurando que cada proyecto no solo cumpla con sus objetivos de negocio, sino que contribuya también a un bienestar social más amplio. Así que, proponemos un modelo de negocio de cómo la acción concertada y consciente puede crear una comunidad más fuerte y un futuro más próspero.